Monseñor Leigue reconoce que la Iglesia cometió crímenes

“Nos equivocamos, cometimos pecados, cometimos delitos, cometimos crímenes”, afirmó el arzobispo durante su homilía de ayer en Santa Cruz de la Sierra
El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue Cesari, hizo un mea culpa y afirmó que la Iglesia Católica cometió crímenes, pero que no va a deshacerse.
Durante la homilía de ayer, Leigue dijo: “La Iglesia está formada por personas con sus virtudes y defectos. La Iglesia es santa y pecadora. Nos equivocamos, cometimos pecados, cometimos delitos, cometimos crímenes; pero eso no significa que la Iglesia se va a deshacer por eso”.
Continuó: “Jesús nos llama a ser perfectos, a ser santos” y es en ese camino de seguimiento a Dios “donde cometemos nuestros pecados, nuestros delitos”.
En medio de la crisis por los casos de pederastia destapados en el país, el sacerdote se animó a dar un mensaje de esperanza. “Que el miedo no nos gane; dejemos el miedo de lado y vamos adelante”, dijo.
Además, dio a entender que la Iglesia Católica es falible. “Como personas podemos tener debilidades humanas”, sentenció.
Viraje
La homilia de monseñor Leigue representa un viraje radical respecto a sus anteriores declaraciones, tras una catarata de denuncias de pederastia en Bolivia, que comenzó el 30 de abril.
Cuando el diario español El País informó sobre los abusos cometidos por el padre jesuita Alfonso Pedrajas, monseñor afirmó: “No son todos los sacerdotes. Uno o alguno ha cometido errores. Por eso, todo error, todo delito hay que investigarlo y hay que hacer justicia, seguro. Pero lo que pedimos es que no se politice este caso (de Pedrajas), que no se estigmatice a la Iglesia, porque no son todos”, afirmó.
Esta declaración la dio el 7 de mayo, ocho días después del estallido del caso en el país. En esa ocasión, Leigue también recomendó: “Cuando no estamos con Dios es fácil cometer errores. Es fácil cometer errores. Es fácil salirnos del redil, es fácil cometer muchas cosas que son muy dolorosas al final o que a lo mejor nos pueda hacer quedar muy mal”.
Mientras tanto, las investigaciones continuaron y se fueron destapando más casos de pederastia cometidos por sacerdotes, monseñor siguió a la defensiva. Acusó a los medios de comunicación por informar sólo las malas noticias.
“En estos días, 65 sacerdotes del oriente boliviano estuvimos reunidos para la formación permanente, ¿de eso quién se enteró? Nadie. Porque a veces a los medios no les interesa estas cosas positivas, les interesa lo negativo, les interesa lo malo, eso es lo triste”, informó Leigue el 21 de mayo.
La semana pasada, el Vaticano envió a Bolivia a monseñor Jordi Bertomeu i Farnós, encargado de investigar casos de abusos sexuales a menores de edad perpetrados por el clero de la Iglesia Católica.
Casi de forma paralela, el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, señaló que sumaban 23 los nombres de los sacerdotes implicados en los casos de pederastia denunciados en Bolivia. Afirmó que la entidad acompañará todos los procesos iniciados en el Ministerio Público.
Desde que se supo del tema, cada vez se conocen más revelaciones de sacerdotes que abusaron de niños y adolescentes.
Ante la sumatoria de denuncias, la Iglesia Católica apuntó a que existía una “politización” del caso y de forma sistemática evadía asumir responsabilidades y mucho menos hablar de “crímenes”. Hasta la homilía de ayer.
El padre Leigue ya habló de una Iglesia “santa y pecadora” y asumió responsabilidades al decir: “Nos equivocamos, cometimos pecados, cometimos delitos, cometimos crímenes”.
Página Siete